Las organizaciones son sistemas compuestos principalmente por personas, que nos relacionamos y coordinamos permanentemente para actuar y lograr ciertos resultados.

En esa coordinación de acciones, es donde está en juego nuestra capacidad de gestionar, de hacer que las cosas que queremos que pasen, pasen. Para esto, es clave tomar consciencia del valor que tiene el lenguaje, como una de las dimensiones humanas claves, basado en la ontología del lenguaje, de Rafael Echeverría, que tiene como base que el lenguaje no sólo es descriptivo, si no que genera mundos nuevos, que crea nuevas realidades.  En este sentido, el contenido de nuestras conversaciones tiene gran relevancia.

Hoy, el liderazgo se está renovando. Los líderes actuales requieren desarrollar habilidades conversacionales, que les permita generar diálogo y conectividad, en un estilo firme y cercano, con el objetivo de construir espacios de confianza con sus equipos, con el fin de promover y cultivar una actitud colaborativa, que aporta mayor sentido al que hacer diario, aumentando el bienestar organizacional, lo que nos conduce a una mayor productividad y logro de resultados esperados.

Es en este sentido, saber pedir, saber ofrecer, lograr acuerdos, y por sobre todo, hacernos cargo de cumplir nuestros acuerdos y lograr que otros nos cumplan sus acuerdos, se convierte en un gran desafío para la gestión de las organizaciones.